Son aquellas cosas cotidianamente maravillosas, a veces objetos, a veces situaciones, pero la mayoría de las veces somos nosotros mismos dándonos el gusto de apreciar lo trivial y anodino. Desde este humilde blog creo adecuado, si no necesario, agradecer a mi manera la existencia de todos esos "pequeños placeres de la vida".
Así pues doy por inaugurada la sección, y sin más preámbulos paso a presentarles al primer homenajeado!:
"Los Palillos Con Punta Mentolada"
Los habreis visto alguna vez en las tascas, bares o restaurantes más insospechados, y es ahí donde radica uno de sus principales atractivos; que nunca sabes cuando o donde te los vas a encontrar.
Con su esbelto cuerpecillo de madera semipulida podrían pasar desapercibidos entre sus primos los palillos normales y corrientes, pero una vez que los despojas de su envoltorio plástico (o de papel en el más ecónomico de los casos) y contemplas su cabeza engalanada con esa distintiva franja verde a modo de corona, proclamando su alcurnia, sabes que tu almuerzo va a tener un final a la altura.
Si un palillo normal cumple con su función de pobre sustituto de la higiene bucal (en otro momento discutiremos hasta que punto podemos considerar higiénico escarvarse entre los dientes con un trozo de madera para rescatar los trozos de comida más rezagados y llevarlos con el resto de sus congéneres) los palillos de punta mentolada dotan al asunto de una nueva dimensión, introduciendo conceptos revolucionarios en el conservador mundo de los mondadientes de sobremesa. Un mundo en el que bajorrelieves circulares o extremos romos son motivo de envidias y habladurías, segmentando la población palillera en estamentos prácticamente feudales, donde los palillos planos, antaño apreciados por su caracter lúdico y su versatilidad a la hora de construir chorradas, han sido relegados a una posición de parias de la tierra, mientras que las clases altas, enfundados en caras coberturas plásticas mantienen bajo su yugo al resto de raleas, perpetuando un sistema de valores que favorece solo a los nacidos bajo la buena estrella de los costes no muy abaratados.
Al margen de los pormenores de esta complicada sociedad, podemos añadir que los palillos con punta mentolada, saben a menta en la punta, característica que deriva en una vorágine de frescor al explorar tus encías en busca de incómodos restos de desayunos, comidas, meriendas, cenas o piscolabis.
Son la elección ideal para todos aquellos decididos a comerse su comida de una vez, sin dejar nada para disfrutar luego.
Es por esto y por más que dedico la primera entrada en esta nueva sección a nuestros fieles amiguitos de madera refrescante.
6 comentarios:
Mecagüenlaleche!!
No conocia este maravilloso invento. Me parece increible que a alguien se le haya ocurrido semejante artilugio.
¿quien habra inventado esto?
¡Genial entrada!
slaudos
Pues no sé quien habrá inventado los de sabor mentolado, pero indagando me he encontrado con otros mucho más curiosos, los palillos con sabor a bacon... Creo que eso ya es pasarse.
http://www.nopuedocreer.com/quelohayaninventado/4430/mondadientes-palillos-sabor-bacon/
Gracias por pasarte y comentar!!
Aqui hay unos, pero todo el palillo sabe a menta, asi que aunque suene fatal, me tiro la tarde chupándolos!!!
¿Quéee? ¿De verdad existe eso? ¡¡¡Quiero 10.000!!!
Yo creo que no los he visto nunca, pero me parece que ya están tardando en traerlos a aluche.
Yo conozco éste invento del diablo. Llamadme conservador soy más del palillo clásico de toda la vida, plano a poder ser.
Por cierto muy buenos todos tus últimos dibujos, sobre todo los de Tailandia, me han encantado.
¡Un abrazo!
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